Una residencia para la tercera edad es un sustituto del hogar donde las personas mayores reciben servicios de apoyo en sus Actividades Básicas de la Vida Diaria (higiene, alimentación…etc.) las 24 horas del día por parte de un amplio equipo de profesionales. Aunque se disponga de servicio médico o sanitario no es un hospital. La familia continúa teniendo un papel  fundamental una vez la persona ingresa en la residencia. Es muy importante que visite lo más a menudo posible a su familiar, que atienda los requerimientos de la residencia y que disponga quien acompañará al residente a las visitas médicas,  hospitalarias o de otro tipo fuera de la residencia. Es importante que antes del ingreso se lea y se acepte tanto el reglamento interno del centro como el contrato ya que sobre esas directrices se basará el funcionamiento del centro.